Miles de Cubanos ingresan a Estados Unidos con el sueño de tener libertad. Los inmigrantes algunas veces están dispuestos a pagar miles de dólares con el fin de reencontrarse con familiares y amigos residentes en EE.UU y comenzar una nueva vida con mayores oportunidades. Contrabandistas se aprovechan de esta situación cobrando sumas exorbitantes a los cubanos con la promesa de hacerlos ingresar a USA. Otros deciden arriesgar sus vidas construyendo balsas improvisadas para realizar el viaje que los llevará con suerte al conocido país de las oportunidades.
Estados Unidos y Cuba han tenido que ponerse de acuerdo en temas migratorios con el fin de evitar que los cubanos abandonen su país. Cuba ha incrementado la vigilancia marítima para evitar que salgan de la isla, pero en el caso que ya hayan avanzado y sean interceptados por la seguridad estadounidense, serían regresados a Cuba acordando que no los castigarían. Se acordó también que en el caso que los inmigrantes cubanos lograran tocar suelo americano, Estados Unidos los recibiría, esto es comúnmente llamado política de pies mojados, pies secos (wet foot, dry foot policy).
Hay excepciones de los cubanos que son capturados por los agentes de seguridad fronteriza si no han llegados a suelo Americano. Según la política deben ser regresados a Cuba sin embargo se estudia si el individuo puede ir a otro país como asilado político o incluso quedarse en Estados Unidos. También es conocido que aunque exista el compromiso de la Isla de no tener represalias con quienes son devueltos a Cuba, se sabe que si hay castigo e incluso prisión.
Desde 1994 Estados Unidos entrega 20.000 visas de inmigrante anuales para los ciudadanos de Cuba.